sábado





No puedo compartir tus labios con lágrimas de tristeza, aun menos con palabras pesimistas.
No puedo compartir tu corazón con algo más que no sea la música.


Quiero entrar en casa y ver una sonrisa.


Que me digas al oído lo bonita que es la vida.


No puedo apagar el fuego que te consume ya que cada vez que soplo me arden aún más mis heridas.


Puedes coger mi cuerda.